La Ley de Lenguas es un fortalecimiento de la identidad nacional.
Sobre la base de la pluriculturalidad del Estado paraguayo, el Poder Ejecutivo promulgó la Ley de Lenguas, a fin de velar por la promoción y el desarrollo de las dos lenguas oficiales y la preservación de culturas indígenas.
En las declaraciones fundamentales de la legislación se sustenta que el Guaraní deberá ser objeto de especial atención por parte del Estado, como signo de la identidad cultural de la nación.
Además, el Guaraní es instrumento de cohesión nacional y medio de comunicación de la mayoría de la población paraguaya.
En ese orden, el Estado promoverá el reconocimiento del Guarani como lengua oficial de las organizaciones supranacionales que integre.
Además se incentivará la enseñanza de lenguas extranjeras, especialmente de aquéllas que son oficiales de los Estados coasociados en organizaciones supranacionales.
Tras las consideraciones para la identificación y caracterización del Guaraní y el Castellano, como variedades idiomáticas propias del país, incentivando su enseñanza, a fin de que sean asumidas por los compatriotas como signos de identidad cultural, el presidente de la República, Fernando Lugo promulga la ley 4251, previamente sancionada por el Congreso Nacional.
Antecedentes
El proyecto que logró la sanción del Parlamento Nacional y del Poder Ejecutivo tuvo como precedentes dos anteproyectos previos, elaborados por la Comisión Nacional de Bilingüismo y el Taller de la Sociedad Civil, los cuales fueron comparados y unificados en una versión consensuada, hace unos 3 años. Dicha versión fue presentada al Parlamento por el Poder Ejecutivo. El texto fue resultado de numerosas consultas realizadas con todos los sectores sociales, dos audiencias públicas y numerosos debates realizados a lo largo y lo ancho del país.
Sobre la base de la pluriculturalidad del Estado paraguayo, el Poder Ejecutivo promulgó la Ley de Lenguas, a fin de velar por la promoción y el desarrollo de las dos lenguas oficiales y la preservación de culturas indígenas.
En las declaraciones fundamentales de la legislación se sustenta que el Guaraní deberá ser objeto de especial atención por parte del Estado, como signo de la identidad cultural de la nación.
Además, el Guaraní es instrumento de cohesión nacional y medio de comunicación de la mayoría de la población paraguaya.
En ese orden, el Estado promoverá el reconocimiento del Guarani como lengua oficial de las organizaciones supranacionales que integre.
Además se incentivará la enseñanza de lenguas extranjeras, especialmente de aquéllas que son oficiales de los Estados coasociados en organizaciones supranacionales.
Tras las consideraciones para la identificación y caracterización del Guaraní y el Castellano, como variedades idiomáticas propias del país, incentivando su enseñanza, a fin de que sean asumidas por los compatriotas como signos de identidad cultural, el presidente de la República, Fernando Lugo promulga la ley 4251, previamente sancionada por el Congreso Nacional.
Antecedentes
El proyecto que logró la sanción del Parlamento Nacional y del Poder Ejecutivo tuvo como precedentes dos anteproyectos previos, elaborados por la Comisión Nacional de Bilingüismo y el Taller de la Sociedad Civil, los cuales fueron comparados y unificados en una versión consensuada, hace unos 3 años. Dicha versión fue presentada al Parlamento por el Poder Ejecutivo. El texto fue resultado de numerosas consultas realizadas con todos los sectores sociales, dos audiencias públicas y numerosos debates realizados a lo largo y lo ancho del país.
Buena Nota
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